20 - 10 - 08
 

El 90% de los 356 incendios que soportó León desde agosto fueron provocados

 

 

Negligencias, accidentes ferroviarios y los rayos de las tormentas ocasionaron el resto de fuegos

La superficie quemada hasta el 11 de octubre superó las 2.700 hectáreas de matorral y bosque

 

La campaña contra incendios del último verano vuelve a señalar al hombre como el principal culpable de la masa forestal devastada. La intencionalidad estuvo detrás de la mayoría de los desastres y es mínimo el porcentaje de incendios que tuvo su origen en causas fortuitas y también muy pequeño el producido por negligencias, principalmente por la quema de rastrojos en tareas agrícolas.

El verano fue intenso para las cuadrillas, que tuvieron que intervenir en 356 incendios desde el 1 de agosto hasta el 11 de octubre. En el 89,6% de los casos, concretamente en 319, la mano del hombre fue la causante de las llamas, a pesar del endurecimiento de las penas a pirómanos y del esfuerzo conjunto de todas las administraciones para evitar estos actos delictivos. El fuego calcinó durante los meses de más riesgo una superficie superior a las dos mil setecientas hectáreas.

Las altas temperaturas de agosto contribuyeron a hacer de este mes el más virulento de la época estival. Sólo durante estos treinta días hubo 157 fuegos, que calcinaron 2.100 hectáreas de terreno debido a las conductas pirómanas de unos pocos, ya que 127 de estos siniestros fueron también intencionados. Los más graves tuvieron lugar en Castropodame, con 186 hectáreas arrasadas, Destriana, con 386, y Magaz, el más intenso de todos, con más de quinientas.

Ninguna cabecera de comarca libró sus parajes de las llamas y el fuego no dio tregua ni una sola jornada del mes de agosto. Fabero y la Valdería sufrieron sus consecuencias de una forma más acusada. El municipio berciano soportó nueve desastres en sólo 17 días. Los vecinos de Castrocontrigo y Destriana también vieron el fuego de cerca seis veces.

Malos datos

El balance al cierre de agosto fue preocupante, con un número de incendios y superficie quemada muy superior al del mismo periodo del año anterior, aunque el verano del 2007 fue también mucho más húmedo y frío, lo que ayudó a reducir estas catástrofes.

Septiembre comenzó con Magaz de la Cepeda en llamas. Los brigadas tardaron tres días en sofocarlas. Durante este mes se produjeron en la provincia 142 incendios -136 provocados- que devastaron algo más de seiscientas hectáreas, una superficie mucho menor a la quemada durante agosto.

Más tranquilos

Afortunadamente no hubo en este tiempo ningún desastre similar al de Magaz de la Cepeda. El más virulento tuvo lugar el 16 de septiembre en el municipio de Truchas, donde ardieron 180 hectáreas de matorral.

Los primeros once días de noviembre también fueron tranquilos. Se ocasionaron 57 incidentes, pero todos fueron de dimensiones reducidas y en total arrasaron con 125 hectáreas, en su mayoría de matorral y pasto.

El repaso a los partes de la Consejería de Medio Ambiente evidencia una vez más las dificultades a las que se enfrentan Junta, Gobierno y Ayuntamientos para detener a quienes destrozan la montaña leonesa mediante la provocación de incendios.

 Fuente: www.diariodeleon.es

 

 
   
 
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